Cambiando el alimento

La alimentación es una de las partes más importantes de los cuidados de nuestros peludos amigos. En ocasiones y por varias posibles razones, nos encontraremos en la situación en que debamos de cambiar el alimento a nuestro fiel amigo, ya sea por indicación del veterinario, por su etapa de crecimiento, etc.

Cual sea la razón para cambiar el alimento, nos preguntaremos como hacer este cambio para que nuestro peludo amigo lo acepte de manera favorable. La forma más común que vas a escuchar es “gradualmente”, pero esto puede diferente significado para algunas personas y puede que no sea la forma ideal de hacerlo. En este artículo presentaremos como realizar el cambio de alimento en un par de escenarios diferentes.

 

¿Por qué es importante el método que use para cambiar el alimento?

En alguna ocasiones no tiene gran importancia. Si tu peludo amigo tiene un estómago de acero lo más probable es que cualquier método te funcione.

Pero para el resto de ustedes que no tienen idea del estado del sistema gastrointestinal de su peludo amigo o como yo que tengo un perro que siempre esta buscando una excusa para tener diarrea (o pérdida del apetito), entonces lo más común es hacer el cambio gradualmente.

Regularmente los perros y gatos desarrollan enzimas y bacterias que les ayudan a digerir de la mejor manera posible el alimento al que estan acostumbrados, es por esto que se recomienda hacer el cambio gradualmente.

Las indicaciones que se recomiendan para los casos descritos anteriormente son:

• Días 1-2. Mezcla 25% del alimento nuevo con 75% del alimento viejo.

• Días 3-4. Mezcla 50% del alimento nuevo con 50% del alimento viejo.

• Día 5-6. Mezcla 75% del alimento nuevo con 25% del alimento viejo.

• Día 7. 100% del alimento nuevo.

 

Si durante este proceso tu peludo amigo presenta diarrea, vómito o deja de comer, entonces lleva a tu peludo amigo con tu veterinario de confianza para que lo evalúe y te haga las recomendaciones necesarias.

 

Hay ocasiones en las que se opta por hacer el cambio de alimento inmediato. Estos casos son en los que la salud de tu peludo amigo se encuentra en riesgo como puede ser en casos de gastroenteritis, falla cardíaca, problemas de riñones, algunos tipos de piedras en la vejiga, alergias al alimento, etc. En estos casos se da un Alimento de Prescripción como se haría con un medicamento para que los beneficios comiencen a actuar lo más pronto posible. Tu veterinario de confianza evaluará la situación en que se encuentra tu peludo y te hará las recomendaciones apropiadas.

 

Por otro lado, si tu peludo es un tanto exigente con su alimento o si estas lidiando con una condición como pueden ser la obesidad o la osteoartritis, entonces te puedes permitir hacer el cambio gradualmente sin mayor problema, esto para maximizar las posibilidades de que tu amigo acepte favorablemente el nuevo alimento.

 

Como puedes apreciar, no existe una regla o método “universal” para realizar el cambio de alimento. Tal vez el método más recomendable sea el gradual, a menos a que tu veterinario te aconseje lo contrario.